lunes, 30 de julio de 2007

El progreso depende del hombre irrazonable

Esta humana contradictoria se alegra, evidentemente, del cambio que está experimentando el casco histórico de Cádiz. Las distintas rehabilitaciones que se están llevando a cabo están haciendo que la imagen que la ciudad muestra hoy en día se acerque un poco más a la belleza que Cádiz tenía en su época dorada. Además, poco a poco, van siendo menos las fincas que presentan un estado lamentable y unas condiciones de vida más que indignas para sus habitantes.
Pero este no es el tema principal de este contradictorio blog, sino uno que -tras una larga conversación en la presencia de Microalgo- me sugirió "La auténtica Reina del Pay Pay" y que es una de de los traumas que esconde en su cabeza y su alma.
Y es que una piensa (ingenuamente) que cuando se construye una finca nueva en un barrio histórico, debería presentar una imagen similar a la del resto de las viviendas de la zona. Y digo "ingenuamente" porque esta humana se pilla unos rebotes de aupa viendo, por ejemplo, la residencia de estudiantes que han construido en el Barrio de la Viña, al principio de la Calle de la Palma y muy cerquita de la Playa de la Caleta. Pues bien, esta residencia es un inmenso bloque blanco sin ventanas al exterior, sino que todas dan a un patio interior. Algo que me resulta incongruente teniendo en cuenta la luz y el sol de la zona, aparte del parche estético que supone.
Y lo mismo ocurre con el Pabellón Polideportivo que se está levantando frente al Parque Genovés, rodeado de edificios de los siglos XVIII y principios del XIX, que miran con cara extraña a una mole de cemento y vigas de hierro.
Otra cosa que no entiende mi contradictoria entendedera es lo del Teatro Romano, donde había unos escalones que no soportaron el paso del tiempo y, cuando se descubrió el Teatro debajo de la Fundición Vigorito, o bien no estaban o presentaban muy mal estado. ¿No se podía haber hecho algo menos impactante que estos escalones de cemento?


Y para qué vamos a comentar nada del Centro de Interpretación para visitantes que se ha construido en Bolonia… Aunque ahora vayan a revestirlo de mármol travertino de color ocre y de un manto vegetal, el impacto es evidente.

Las torres de 16 plantas que se están levantando en La Casería, en San Fernando, cumplen con todos los permisos legales. Con lo que no cuentan, en mi humilde y contradictoria opinión, es con ningún tipo de estética ni de respeto por esta zona muy cercana al Parque Natural de la Bahía de Cádiz. De momento, se han terminado tres de las doce previstas, que albergarán a más de 3.000 habitantes, y el impacto es más que evidente. Fíjense en ellas cuando entren a Cádiz desde el Puente Carranza.

¿Qué nos va a quedar?...





lunes, 23 de julio de 2007

¿Y eso es noticia?


Ante mis dudas sobre si iba a encontrar temas para publicar en este contradictorio blog, el gran Microalgo me dijo "Mírate la prensa y verás como algo se te ocurre".

Y, mira por donde, me he encontrado con este titular:

"Un hombre prácticamente falto de cerebro lleva una vida normal".


La noticia continua así:

Casado y padre de dos hijos, este francés de 44 años, funcionario, se presentó en el hospital en el año 2003 porque tenía un problema al caminar. El equipo del doctor Lionel Feuillet le diagnosticó una hidrocefalia no comunicante, es decir, un aumento de la cantidad de líquido cefalorraquídeo.

Las resonancias magnéticas revelaron 'imágenes muy infrecuentes', con 'cavidades ventriculares enormes', explicó el neurólogo. 'El cerebro en sí, es decir, la sustancia gris y la sustancia blanca, estaba comprimido en las paredes del cráneo'.

Para el doctor Feuillet, este caso de discordancia entre una resonancia muy inquietante y una vida prácticamente normal representa 'un mensaje de esperanza'. Aunque el cociente intelectual del hombre es de 75 (la media considerada normal es de 80) y tiene 'una pequeña dificultad intelectual', esto no ha impedido su desarrollo ni su vida en sociedad.


Ya se sabe que los medios de comunicación se las ven y se las desean para llenar los espacios durante el verano. Pero tampoco está la cosa como para publicar asuntos que no son noticiables, porque ¿quién no conoce a alguien -hombre, mujer o elfo- que lleva una vida normal a pesar de no tener cerebro?...

viernes, 20 de julio de 2007

Comienzo contradictorio




El ser humano está lleno de contrariedades, ya se sabe. Y yo, a veces, soy humana contradictoria.
En mis pensamientos nunca estuvo tener un blog... "No tengo tiempo... ¿Para qué quiero yo un blog?... Qué tontería...". Pero parece ser que el verano ha reblandecido mis ideas y, de repente, heme aquí. ¿Será que no quiero quedarme atrás, será que he abierto una nueva vía de comunicación?... No, lo cierto es que estoy atravesando una de esas épocas en las que el humano contradictorio no tiene ganas de trabajar, pero tampoco de estar 8 horas mirando la pared, que eso desgasta mucho la vista (ejem).
De forma que, tras visitar los blogs de Don Microalgo y Doña Océano, me dije "Voy a ver cómo es esto de los blogs". Y aquí estoy.
El nombre de "Campo al revés" es en memoria de un mítico día que está señalado en mi calendario de humana contradictoria como una de las jornadas más absurdas de mi vida. Nuestro grupito de payadictos decidió hacer senderismo. Era para vernos, vestidos para la ocasión con ropita del Decathlon, botas de montaña, fiambreras y todos sus avíos. Finalmente, el plan de ir de senderismo campo a través, se convirtió en que sacamos lo que llevabamos en las fiambreras en la casa de la payadicta en la que habíamos quedado, degustarlo, realizar la tertulia de sobremesa correspondiente y, finalmente, irnos a dormir cada uno a su casa.
Y decidimos aquel día llamar a la actividad que realizamos "Campo al revés", en vez de "Campo a través".

No sé si este blog tendrá continuidad o será este el único post que publicaré. Pero -de momento- disfruto de mi calidad de humana contradictoria.

Salud