domingo, 26 de agosto de 2007

Abierto por vacaciones

Queridos y queridas todos y todas:

Desde el lunes 27 y hasta el 4 de septiembre, me he impuesto una penitencia, como mujer sufrida que soy. Me voy de vacaciones y, cuando estéis leyendo esto, yo me estaré bañando en una playa como esta...

Para vuestro consuelo, os diré que procuraré acordarme de vosotros, de algunos de vosotros, de los que me dáis una sonrisa cuando os veo en los alrededores de nuestro hábitat natural (la barra del Pay Pay), de los que me dáis un piriflús de ánimo cuando me habéis visto con la cara torcida, de los que sois mis amigos, resumiendo.
Volveré pronto y espero ver este post lleno de comentarios envidiosos.
Besospastós.

martes, 7 de agosto de 2007

Lógica contradictoria




Quizá es que intento buscarle a todo una explicación lógica y, según parece, las cosas lógicas son las que menos explicación tienen.
O, a lo mejor, es que observo demasiado mis interiores (los del alma, o lo que sea que tengamos por ahí dentro, a los michelines ya les dedicaré otro post).
O puede que este mes de agosto, laboralmente hablando, está siendo bastante aburrido.
O que mi mente no asimila que, desde que cambié de trabajo, el estrés de 8:00 a 14:30 ya no existe…
El caso es que estoy sintiendo algo que no recuerdo que me pasara nunca en mi trabajo. Y es que… ME ABURRO.
Pero de una forma soberana, nada de un aburrimientito de estar por casa, una cosa mona… NO… Es un aburrimiento de un tamaño descomunal.

Los que me conocen saben cual era el estado de nervios constante en el que vivía en mi anterior puesto de trabajo y saben –además- a qué grado de hartazgo llegué. Este cambio laboral fue agüita fresca de mayo y lo sigue siendo. Pero es que… Me aburro.
No tengo ganas de trabajar, pero es que tengo que hacerlo. Cada mañana me siento delante del ordenador y me pregunto…

ARWEN ACTUAL: “¿Por dónde empiezo?... Por lo más urgente, claro”
ARWEN DEL PASADO: “¿Urgente? ¡Ja! ¿Qué hay de urgente en tu trabajo?”.
A.A..: “Mujer, algo habrá, no sé… Quizá… ¿limpiar la bandeja de entrada del correo electrónico?”

A.D.P.: “Uy, sí, corre, que si no la limpias puedes provocar una reunión urgente del G8 ante una catástrofe de ese calibre”

Pero, justo cuando un pucherito comienza a asomar, me acuerdo de que antes no tenía tiempo ni de tener esquizofrénica conversaciones conmigo misma, ni de mirarme al espejo, ni de sentir nada más que agobio.

Entonces, sonrío (con colmillo brillante incluido) porque es sólo en ese momento cuando me doy cuenta de que puedo permitirme el lujo de tener algo de tiempo para aburrirme.