lunes, 25 de agosto de 2008

QUIERO VOLVER

He vuelto, bueno, realmente hace más de una semana que volví, pero me resistía a poner el post con la minicrónica de las vacaciones, como si no me acabara de resignar, como si poner el post era la confirmación de confirmaciones de haber vuelto...

En fin, que he vuelto.

Les voy a dar algunos detalles del paraíso en el que he estado: Un crucero por las Isla Griegas.

Éramos sólo una veintena de españoles en el barco, el resto eran turcos, griegos o guiris en general. El día que subimos al barco nos dicen que vayamos a la cubierta de popa para la fiesta que se hace al zarpar... "¿Fiesta?... Allí que nos vamos". La fiestuqui consistía en que los animadores del barco hacían una coreografía entre patética y cómica con una cancioncilla como de Eurovisión en la que algunos de ellos daban una vuelta y tenían que chocar las palmas con el de al lado, con la única salvedad de que el de al lado estaba mirando para otro sitio y chocaban las palmas con el aire o con algún animador invisible. La cosa prometía...

PRIMERA ISLA: PATMOS. Slogan: "Para quedarse patmao".
Pensábamos que Patmos se limitaba a los bares, callecitas estrechas, restaurantes preciosos que estaban en la parte baja de la isla al llegar al puerto, pero no.

En la parte de arriba está el santuario de San Juan Evangelista (en la foto) y la cueva donde (fíjense ustedes) San Juan vivió mientras se iluminaba y escribía el apocalípsis y en esa cueva está como punto de llamamiento turístico la almohada en la que dormía San Juan mientras que escribía el apocalípsis... Vamos, una piera.

Como nos distrajimos con las tienditas y las callejuelas preciosas de las parte baja de la isla, cuando llegamos al santuario estaba cerrado (¡¡Bien!!) y seguimos en taxi a 100 kms/hora subiendo por esas curvas (¡¡papillas... fuera!!!) hasta la parte alta del pueblo, la villa vieja... la maravilla, perfectamente conservada, limpísimas sus calles y un descubrimiento: el café frappé. No se limita a un café con leche helado con su chorreoncillo de Bayley's... Es un mundo de sabores y placeres.

SEGUNDA ISLA: RODAS. Slogan: "Rodaaaas y Rodaaaas" (Cántese con la música de la ranchera).
Rodas es como un viaje en el tiempo, es como una ciudadela medieval, toda ella cuidadísima.
Como detalle, fíjense que cuando hacen una obra, la tapan con una falsa pared de piedra hecha de fibra de vidrio que apenas se diferencia de una pared de verdad. Al atravesar las murallas se entra en los restos de un templo que en la guía ponía que se llamaba "Ancá Pili Malata", al lado rezaba un cartel que estaban los restos de "Ancá Pili Milón", que debían ser primas o algo y vivían cerca...

TERCERA ISLA: CRETA. Slogan: "Pueden pasar sin verla".
La capital de Creta, Heraklion, es una cuidad como otros miles de ciudades. Nada especial. Lo más gracioso vino cuando visitamos Knosos. Según Sir Arthur Evans, el nota que hizo las excavaciones, Knosos fue el Palacio del Rey Minos, con su minotauro, su laberinto, su hilo de Ariadna y todos sus avíos. Viendo el yacimiento, una se imagina al Sir, con su pipa, mirando las ruinas y diciendo "Esto es el Palacio del Rey Minos... Por mis cojones!!", porque otro motivo no hay, es como si yo me voy al faro de Sancti Petri y digo "Aquí estaba la Atlántida" y construyo una ciudad fantástica basándome en los grabados antiguos. Pues eso es lo que hizo Evans.

No rehabilitó lo que había, sino que construyó, pintó e imaginó lo que le dio la gana. Vamos, que Sir Arthur Evans fue el inventor-precursor de los parque temáticos.

CUARTA ISLA: SANTORINI. Slogan: "Para quedarse a vivir".
Santorini es un sueño hecho isla. Tengo que volver. La entrada es impactante, porque hace siquicientos años un volcán partió la isla en tres trozos y Fira, la capital, está en lo más alto de la isla, sobre un acantilado de 300 metros.


Por este lado de la isla, el que ven en la foto de arriba, todos los paisajes son de ensueño, te asomes por la callejuela que te asomes, se te caen todas las babas posibles. Por el otro lado de la isla nos permitimos el lujo de tomarnos un café frappé (y van 25 en lo que llevamos de viaje) en una terracita que daba (como no) sobre el acantilado. Momento orgásmico. Lo más gracioso del viaje venía ahora (y nosotros, ignorantes de lo que se nos venía encima).

La bajada desde Fira hasta el puerto era en telesférico. En el barco nos dijeron "Con que os pongáis en la cola para bajar a las 19:30, perfecto", porque la última lancha que salía del puerto hacia nuestro barco era a las 20:00. Pues eso, con pena, porque queríamos quedarnos a vivir allí, nos encaminamos a la cola a las 19:30, pero la cola no tenía fin, eran como 3 ó 4 calles de gente en cola. Mientras que buscábamos el final de la megacola nos encontramos con una de las guías del barco que nos dice que no se esperaban tanta gente ese día, que no daba tiempo y que teníamos que bajar andando, que si esperabamos la cola del telesférico, no llegábamos al último barco.

Fíjense, a la izquierda de la foto, un camino en zig-zag compuesto por 600 escalones. Lo ven ¿verdad? Pues ese era el camino para bajar hasta el puerto, pero la complicación no estaba sólo en el esfuerzo de bajar medianamente rápido esos 600 escalones, sino en que ese camino lo hacían los burros para subir y bajar a turistas (más típico no lo hay). Lo bueno es que los burros bajaban guiados por el burrero, pero subían solos, o sea, que el camino era de los burros, lleno de mierda de burro de años sin limpiarse, con lo cual la bajada fue una odisea, porque si te concentrabas en no pisar la mierda, morías atropellada por una manada de burros y si te concentrabas por esquivar a los burros que subían y bajaban, te ponías de mierda hasta las cejas. Un primor.

QUINTA ISLA: MYKONOS. Slogan "Porque my cono lo vale".
Una de las cosas más bonitas de Mykonos es "La pequeña Venecia", una parte del puerto que da al mar, mejor dicho, que el mar se come. Vean la foto:

Pues por ahí pasamos, camino de la zona de restaurantes y cafetearías de "La Pequeña Venecia", con un poco de ritmo y sentido del movimiento de las olas, pasamos sin mojarnos. Peor lo pasaron los turistas de interior, que no calculaban bien el ir y venir de las olas... Pa'berse matao.
En una de las callecitas que dan al mar entre casa y casa vimos una puesta de sol fantástica, lenta y preciosa.
Hora de cenar. Otra de las cosas curiosas de Mykonos es Petros y su familia, unos pelícanos que van por el pueblo "como Petros por su casa".

De las cosas más impresionantes de Mykonos, una gamba que nos comimos. Digo bien "una" gamba. Para que se hagan una idea, la cabeza de la gamba tenía la misma longitud que el ancho de mi cara. Y llena, llena, llenísima de coral. Otro orgasmo. Petros me pidió y le dije que se fuera a pasear por ahí.

DESTINO FINAL: ESTAMBUL. Slogan: "¿De dónde sale tantísima gente, por amor de Alá?"
Catorce millones de habitantes, de lo cuales unos 5.000 estaban pescando sobre el puente de Galata, como en el Carranza en sus mejores tiempos. Fíjense qué extraño es el ser humano, o al menos yo, porque una de las cosas que más se ha quedado en mi memoria fue el que vivimos en el puerto de Estambul. Allí había un puestecito con una plancha en el que por 2 liras ( 1,50 euros, más o menos) te daba un bocata con una caballa asada acabadita de coger. Qué cosa más sencilla y más rica, por Alá, el mejor bocata de caballa que he comido en mi vida.
También nos gustó mucho el Palacio Topkapi, que fue la residencia de los sultanes y ahora es la residencia de 200 millones de turistas.

Otra cosa digna de vivir es la noche de Estambul, en un barrio llamado Taksim, que es como 5 veces la Calle Ancha y varias calles paralelas, todas peatonales, llenas de bares, la mayoría con música en directo, heavy, chill out, poppy, turca... todos los tipos de música posible tenían su concierto.
Pero lo más curioso de Taksim es que es un barrio como cualquier otro, quiero decir, con sus edificios, sus casas... pero allí no vive nadie. Las casas se han reconvertido en pubs, restaurantes, cafeterías... Nosotros vimos el concierto de una especie de "Ruibal turco" en una tercera planta de una casa.
En fin, que ahorren y que se planteen ir, de verdad, lo disfrutarán.
Yo quiero volver, mejor dicho, quisiera no haberme ido.

viernes, 1 de agosto de 2008

Envidia 2008

Queridos y queridas todos y todas. Servidora se marcha de vacaciones y llega el momento de daros unas pequeñas dosis de envidia de la mala.

En esta zodiac estaré (sufriendo, os lo puedo asegurar, muy a disgusto) yendo de isla en isla. Visita a isla por el día, viaje rumbo a otra isla por la noche. Sufiendo mucho, de verdad, no os creáis que todo es tan bonito como lo pintan. Los cruceros son un martirio. Tomando el sol en la cubierta (con la calor que hará), bebiendo cervecita o piña colada o cualquier otro brebaje.

Sólo a título informativo, no para que me envidiés, de verdad, os pongo aquí unas fotitos de algunos de los sitios que visitaré:

Todo muy feo, ya lo ven. Como les dije, todo va a ser de sufrir y de sufrir...
Los que me conocen saben que me gustan mucho las ruínas, pues también lo pasaré mal viendo algunas:

En fín, qué les voy a contar, tengo esta manía de imponerme penitencias para, repito, no parar de sufrir y de sufrir...
Ains...
Todavía no me he ido y ya añoro la vuelta a Cádiz, a mi rutina, a mis obligaciones, a mi trabajo...
Créanme, yo soy así.
Me voy por lo de la penitencia que les comentaba, que si no...
Bueeeeno, pues ya les enseñaré fotos del sufrimiento cuando vuelva, ehn?
Échenme de menos y así ustedes también se hartan de sufrir y de sufrir, como yo haré.
Besospastosytoas.