jueves, 20 de noviembre de 2008

Goteo de palabras (I)






Basta ya de realidades....


Necesito promesas.



viernes, 14 de noviembre de 2008

Mi alma de periodista

Si me hubiera enterado, me hubiera gustado estar, pero lo supe cuando ya se hizo.
Esta semana, más de trescientos periodistas se concentraron en protesta por sus condiciones laborales.
Yo sigo siendo periodista, aunque en estos momentos no ejerza y sigo teniendo muy frescos mis recuerdos de los casi veinte años en que vivía creyendo que era normal trabajar una media de doce horas al día cobrando una mierda. Recuerdo que un día cubrí una rueda de prensa de Cáritas en la que alertaban del aumento de los mileuristas y de los problemas que tenían estas para llegar a fin de mes. Qué bien, pensé, yo soy Jefa de Informativos y no llego a mileurista. Así era, compañeros, yo tenía un cargo de responsabilidad con todos sus inconvenientes, pero ninguna ventaja. Yo sólo tenía dos días de fiesta seguros al año: el 25 de diciembre y el 1 de enero, el resto de fiestas trabajaba. Hasta el día de Reyes. Yo daba los regalos a la familia a las 3 de la tarde, cuando acababa de trabajar.

Me levantaba cada día a las 6 de la mañana, no podía hacer planes, porque yo quedaba esta tarde para tomar café contigo y convocaban cualquier rueda de prensa... "Lo siento, quilla, lo dejamos para otro día".
Uno de los momentos que me vienen a la mente del "puteamiento" sistemático al que estaba sometida (aunque fueron muchos) ocurrió un domingo en el que yo estaba relajada, a gustito, tumbada casi llegando al coma en Zahara, en la Playa de los Alemanes, después de una semana que había sido mortal. Suena el móvil (porque esa es otra, tenía la obligación de estar localizable las 24 horas del día), era la central de Madrid que me dice que un guardia civil había viajado desde Sevilla hasta Chipiona con una bomba lapa en el coche, que no había explotado, pero que tenía que ir para allá... Había llegado a la playa a las doce y a la una tuve que montarme en el coche y tirar para Chipiona para que el alcalde me dijera "Mostramos nuestra total repulsa a actos como estos... No van a vencer a la democracia... Menos mal que no ha sido nada... etc".
Evidentemente, esas eran horas perdidas en mi vida, porque las empresas periodisticas (salvo las excepciones de las públicas) ni te pagan horas extras, ni te devuelven las horas.

Pero, por Dios (ya me estoy calentando) si hasta para ir al médico tenía que hacer encaje de bolillos, no podía cogerme el mes de vacaciones entero, sino 15 y 15 días...
Yo qué sé... fueron miles de situaciones que me agobiaron tanto... tanto... tanto... que la rabia y la depresión ganaron a la vocación.
Por eso me he alegrado mucho de que POR FIN los periodistas de la provincia hayan dejado aunque sea por un día de cubrir las huelgas y los problemas laborales de los demás y hayan mirado para adentro.
Espero que los señores de la corbata abran los oídos y mejore algo la cosa.

Salud y suerte, compañeros.

martes, 4 de noviembre de 2008

Ioputas

Una, humana contradictoria, acepta que haya mala gente (ioputa) sueltos por ahí, incluso los puedo llegar a entender cuando un ioputa consigue algo a cambio de su ioputez. Vamos que la putada que hace le renta algún beneficio.

Ayer fui a entrar en la cuenta de hotmail desde la que se envía la programación a amigos y clientes del Pay Pay y me salió un terrorífico mensaje diciendome que ya he intentado entrar varias veces con una contraseña errónea y que se me restringe el acceso. Le puse dos velas a Santa Rita y esperé hasta el día de hoy a ver si la cosa se arreglaba. Negativo singular. Me sigue diciendo lo mismo. Entro en el apartado de recuperar contraseña y me da dos opciones:

- Enviar nueva contraseña por correo

- Restablecer la contraseña a través de la pregunta secreta.

En la primera opción me dice que me va a enviar la contraseña a la misma cuenta de correo a la que no puedo entrar... Mmmmmmmmm... Lo veo un poco inútil, no?

Voy a la segunda opción. Como pregunta secreta yo puse el nombre de mi primera mascota, pero... oh! Esa no es la pregunta secreta que me piden, sino los nombres de mis dos mejores amigos de la infancia... ¡¡¡Pero si yo ni me acuerdo!!! ¡¡¡Si la pregunta secreta que puse no fue esa!!!

Bien, encuentro una dirección desde la que me aseguran que me pueden ayudar: support@hotmail.com

Le escribo y le cuento mi poblema. Al poco tiempo, me llega un mensaje en inglés que consigo medio entender y me dice que no sea más torpe en la vida y que vaya al apartado de recuperar contraseña... ¡¡¡¡Rayos, truenos y centellas y tó los muertos de hotmail!!!!

Total, que el ioputa del hacker y los ioputa de hotmail me han hecho perder todas las direcciones de clientes y amigos del Pay Pay y me siento como Calimero, sola y desamparada ante un mundo hostil que desconozco y con un cascarón de huevo sobre la cabeza... Snif