miércoles, 15 de octubre de 2008

Dudas que quitan el sueño (II)

- ¿Cómo se llamas los nacidos en el gaditano pueblo de Facinas? ¿Fascinantes?
- ¿Por qué en Cádiz llueve de lado?
- ¿Por qué es algo rarísimo que los rodapiés de madera acabados de poner comiencen a escupir una pelusilla blanca, es decir, un hongo por las juntas? ¿Y por qué me toca a mí tener esa suerte?
- ¿Por qué hay gente que a veces me saluda y a veces no, dependiendo de la persona con la que yo vaya?
- ¿Quién eres y por qué entras en este blog?
- ¿Por qué, cuando se me rompe una uña, a los pocos días se me van rompiendo otras?
- ¿Por qué hay gente que se cree con todo el derecho del mundo a opinar sobre mi vida y, es más, a preguntarme por todo el morro, si yo apenas le conozco ni a ella ni a mí?
- ¿Por qué tardo un mes en perder dos kilos y soy capaz de ganar tres en dos semanas? ¿Quién fue el cabrón que inventó el metabolismo?
- ¿Por qué engorda el chocolate? ¿No podrían engordar las judías verdes? (No he visto verdura más repugnante... Bueno, sí, los guisantes)
- ¿Quién eres y por qué entras en este blog?
- ¿Por qué mi gata cree que las tres de la madrugada es buena hora para jugar y que el sofá nuevo, yo no lo sé, pero en verdad es suyo y no mío?

Por cierto, aquí tienen otra entrega del Gato Simón. Me parece que el creador de este dibujo me mira por la cerradura y cuenta las cositas de mi gata... Es demasiada casualidad...

viernes, 3 de octubre de 2008

Me mudo

Pues sí, humaniodes, me mudo. No de espacio virtual, sino de espacio vital. Para los que no estén al tanto, les pongo en antecedentes.
Érase que se era un mes de enero de 2008 cuando servidora estaba sentada tranquilamente en su sofá y escucha en el techo un crujido extraño. Teniendo en cuenta que vivo en una última planta, no era ninguna práctica sexual extraña del vecino de arriba. No le hice caso. Al rato, el crujido vuelve y me fijo en que las cortinas tapaban algo en lo que no había reparado: una grieta. Mi casero llamó a un perito, que emitió su veredicto: "Ná... Esto es el típico asentamiento del edificio... No tiene importancia". ¿Asentamiento? Si el edificio lleva asentado aquí más de 60 años... ¿Ahora quiere moverse? ¿Prefiere irse a otro sitio de la ciudad?
Este fue el comienzo de la pesadilla, porque en cuestión de un mes me transformé en Carpanta. ¿Recuerdan esa imágen del pobre Carpanta en la calle, mientras llovía y él se tapaba con lo que podía? Pues así estaba yo, pero dentro de mi casa. Comenzaron a salir goteras por toda la casa. Estuve como un mes detrás del casero intentando convencerle de que aquello no era un "asentamiento normal del edificio", que me pasaba las noches de lluvia en vela, oído avizor, localizando goteras para poner ollas, palanganas, tapergüares, cubos... Un desastre.
Pues bien, después de 7 MESES de obras, en los que he estado viviendo fuera de mi casa, este fin de semana VUELVO A MI HOGAR!!!! Reparado y mejorado, dicho sea de paso: paredes perlitadas, techos escayolados, suelos con tarima flotante... Un gustazo.
Quizá ustedes pensarán "Fale, piba, y a mi qué?" Pues a ustedes mucho, queridísimos todos, porque quedan formalmente invitados a... The Mudanza's Party!!! La fiesta más alucinante que han vivido en su vida. Comida, bebida y, lo mejor de todo, acarreo de muebles.
¡¡Apúntense!! Jamás habrán vivido una experiencia como... The Mudanza's Party!!!
Un mundo de sensaciones a su alcance.