En fin, que he vuelto.
Les voy a dar algunos detalles del paraíso en el que he estado: Un crucero por las Isla Griegas.
Éramos sólo una veintena de españoles en el barco, el resto eran turcos, griegos o guiris en general. El día que subimos al barco nos dicen que vayamos a la cubierta de popa para la fiesta que se hace al zarpar... "¿Fiesta?... Allí que nos vamos". La fiestuqui consistía en que los animadores del barco hacían una coreografía entre patética y cómica con una cancioncilla como de Eurovisión en la que algunos de ellos daban una vuelta y tenían que chocar las palmas con el de al lado, con la única salvedad de que el de al lado estaba mirando para otro sitio y chocaban las palmas con el aire o con algún animador invisible. La cosa prometía...
PRIMERA ISLA: PATMOS. Slogan: "Para quedarse patmao".
Pensábamos que Patmos se limitaba a los bares, callecitas estrechas, restaurantes preciosos que estaban en la parte baja de la isla al llegar al puerto, pero no.
En la parte de arriba está el santuario de San Juan Evangelista (en la foto) y la cueva donde (fíjense ustedes) San Juan vivió mientras se iluminaba y escribía el apocalípsis y en esa cueva está como punto de llamamiento turístico la almohada en la que dormía San Juan mientras que escribía el apocalípsis... Vamos, una piera.
Como nos distrajimos con las tienditas y las callejuelas preciosas de las parte baja de la isla, cuando llegamos al santuario estaba cerrado (¡¡Bien!!) y seguimos en taxi a 100 kms/hora subiendo por esas curvas (¡¡papillas... fuera!!!) hasta la parte alta del pueblo, la villa vieja... la maravilla, perfectamente conservada, limpísimas sus calles y un descubrimiento: el café frappé. No se limita a un café con leche helado con su chorreoncillo de Bayley's... Es un mundo de sabores y placeres.
SEGUNDA ISLA: RODAS. Slogan: "Rodaaaas y Rodaaaas" (Cántese con la música de la ranchera).
Rodas es como un viaje en el tiempo, es como una ciudadela medieval, toda ella cuidadísima.
Como detalle, fíjense que cuando hacen una obra, la tapan con una falsa pared de piedra hecha de fibra de vidrio que apenas se diferencia de una pared de verdad. Al atravesar las murallas se entra en los restos de un templo que en la guía ponía que se llamaba "Ancá Pili Malata", al lado rezaba un cartel que estaban los restos de "Ancá Pili Milón", que debían ser primas o algo y vivían cerca...
TERCERA ISLA: CRETA. Slogan: "Pueden pasar sin verla".
La capital de Creta, Heraklion, es una cuidad como otros miles de ciudades. Nada especial. Lo más gracioso vino cuando visitamos Knosos. Según Sir Arthur Evans, el nota que hizo las excavaciones, Knosos fue el Palacio del Rey Minos, con su minotauro, su laberinto, su hilo de Ariadna y todos sus avíos. Viendo el yacimiento, una se imagina al Sir, con su pipa, mirando las ruinas y diciendo "Esto es el Palacio del Rey Minos... Por mis cojones!!", porque otro motivo no hay, es como si yo me voy al faro de Sancti Petri y digo "Aquí estaba
No rehabilitó lo que había, sino que construyó, pintó e imaginó lo que le dio la gana. Vamos, que Sir Arthur Evans fue el inventor-precursor de los parque temáticos.
Santorini es un sueño hecho isla. Tengo que volver. La entrada es impactante, porque hace siquicientos años un volcán partió la isla en tres trozos y Fira, la capital, está en lo más alto de la isla, sobre un acantilado de
Por este lado de la isla, el que ven en la foto de arriba, todos los paisajes son de ensueño, te asomes por la callejuela que te asomes, se te caen todas las babas posibles. Por el otro lado de la isla nos permitimos el lujo de tomarnos un café frappé (y van 25 en lo que llevamos de viaje) en una terracita que daba (como no) sobre el acantilado. Momento orgásmico. Lo más gracioso del viaje venía ahora (y nosotros, ignorantes de lo que se nos venía encima).
La bajada desde Fira hasta el puerto era en telesférico. En el barco nos dijeron "Con que os pongáis en la cola para bajar a las 19:30, perfecto", porque la última lancha que salía del puerto hacia nuestro barco era a las 20:00. Pues eso, con pena, porque queríamos quedarnos a vivir allí, nos encaminamos a la cola a las 19:30, pero la cola no tenía fin, eran como 3 ó 4 calles de gente en cola. Mientras que buscábamos el final de la megacola nos encontramos con una de las guías del barco que nos dice que no se esperaban tanta gente ese día, que no daba tiempo y que teníamos que bajar andando, que si esperabamos la cola del telesférico, no llegábamos al último barco.
QUINTA ISLA: MYKONOS. Slogan "Porque my cono lo vale".
Una de las cosas más bonitas de Mykonos es "La pequeña Venecia", una parte del puerto que da al mar, mejor dicho, que el mar se come. Vean la foto:
En una de las callecitas que dan al mar entre casa y casa vimos una puesta de sol fantástica, lenta y preciosa.
Hora de cenar. Otra de las cosas curiosas de Mykonos es Petros y su familia, unos pelícanos que van por el pueblo "como Petros por su casa".
DESTINO FINAL: ESTAMBUL. Slogan: "¿De dónde sale tantísima gente, por amor de Alá?"
Catorce millones de habitantes, de lo cuales unos 5.000 estaban pescando sobre el puente de Galata, como en el Carranza en sus mejores tiempos. Fíjense qué extraño es el ser humano, o al menos yo, porque una de las cosas que más se ha quedado en mi memoria fue el que vivimos en el puerto de Estambul. Allí había un puestecito con una plancha en el que por 2 liras ( 1,50 euros, más o menos) te daba un bocata con una caballa asada acabadita de coger. Qué cosa más sencilla y más rica, por Alá, el mejor bocata de caballa que he comido en mi vida.
También nos gustó mucho el Palacio Topkapi, que fue la residencia de los sultanes y ahora es la residencia de 200 millones de turistas.
Pero lo más curioso de Taksim es que es un barrio como cualquier otro, quiero decir, con sus edificios, sus casas... pero allí no vive nadie. Las casas se han reconvertido en pubs, restaurantes, cafeterías... Nosotros vimos el concierto de una especie de "Ruibal turco" en una tercera planta de una casa.
En fin, que ahorren y que se planteen ir, de verdad, lo disfrutarán.
Yo quiero volver, mejor dicho, quisiera no haberme ido.