miércoles, 5 de diciembre de 2007

Hasta luego, guapa


Esta preciosidad que ven a la izquierda se llama Mara. Es la única gata que conozco que no ha querido ser como todos sus congéneres de especie.
Va a su casa de visita. El resto del tiempo anda por la calle jugando, ligando, marcando las cuatro calles de su territorio y cazando ratones de campo y conejos que luego deja en la puerta de la casa de los humanos que viven con ella. Y digo bien, que viven con ella, porque no la tienen. A Mara no la posee nadie. Buena es ella!!
Cuando Inma estudia, Mara está al lado de sus apuntes hasta que se aburre y se va a descubrir mundo.
Cuando Juan duerme la siesta, Mara se echa a su lado hasta que le entra el hambre y necesita ir a cazar.
Cuando van visitas a su casa, Mara se deja acariciar hasta que sus ansias de libertad le pueden más que las ganas de mimos.
Una vez, quiso ver qué había más allá de las cuatro calles que formaban su territorio y se perdió durante semanas. Inma iba todas las tardes por su barrio, sin perder la esperanza de encontrarla... Hasta que apareció. Tenían que haber visto el reencuentro... cuando Mara, en su idioma, le contaba a Inma los lugares lejanísimos que había visto.
La semana pasada Mara volvió a marcharse, esta vez mucho más lejos y es difícil que vuelva.
Pero seguro que estará cazando conejos como una posesa y recordando lo feliz que fue viviendo con dos humanos para los que ella fue su familia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya! Me has emocionado hasta a mí, una gatófoba (¿p era gatófoga, Carmen?). En fin, estoy segura que a sus compañeros de cass les ha encantado.

Anónimo dijo...

Se vé que hoy estoy un poco disléxica. "Casa", no "cass"

Anónimo dijo...

Uy, la Ayla, pues no dice que a mí no me gustan los gatos... Totá porque tuve que dar al nuestro en adopción porque me podía el pánico.

A mí también me has emocionado, Dama Arwen.

Anónimo dijo...

Pues si. Son muy emotivas estas palabras en recuerdo de nuestra gatita. Nos han emocionado de verdad, y no como a la "Ayla" esa , que no tiene sensibilidad por la flora y la fauna.
Aunque fea, la Marita era como su dueña, mu simpática, mu puta y nadie la gobernaba.....y así la recordaremos.

Muchas gracias MAriló por haber dedicado un ratito de tu escaso tiempo, y un hueco en tu alternativo blog

Arwen dijo...

Gracias a vosotros siempre por contar conmigo.
Siempre recordaré que gracias a Mara mi gata aprendió a hablar.
Mil besos

Anónimo dijo...

Po sí. Cazando de todo estará en loscielos gatunos donde los conejos son gordotes y gilipollas.

Sit tibi terra laevis.

Lola dijo...

Mira cómo andan mis retoños...

http://farm3.static.flickr.com/2271/2111985959_8f77f1364b.jpg?v=0

Hay uno al que no le hace gracia, adivina cuál :P

Recuerdos desde la capital del reino a una de las reinas :)

Lola dijo...

Arg, no se ve... está aquí:

http://lolamr.blogalia.com/historias/54089